Everson Omar Pérez, de 21 años, el joven miembro de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM) de la Policía Nacional, compartía su afinidad por el canto. También publicaba mensajes de motivación, fotos de su trabajo, entre otros, en sus redes sociales.
Estas acciones reflejaban su dedicación y entusiasmo tanto por su profesión como por la música. Era conocido por su carácter alegre y servicial. Siempre buscaba la manera de ayudar a los demás, ganándose el respeto y el cariño de sus compañeros.
Lamentablemente, la vida de Everson fue truncada de manera violenta el pasado lunes, a manos de antisociales, dejando un profundo vacío en la institución y en todos quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.
En uno de sus últimos mensajes, Everson Omar compartió una canción en la que rogaba a Dios por protección y una muerte en paz.
La letra de la canción decía: “Si ojos tienen que no me vean; si manos tienen que no me agarren; no permitas que me sorprendan por la espalda; no permitas que mi muerte sea violenta; no permitas que mi sangre se derrame; Tú que todo lo conoces, sabes de mis pecados, pero también sabes de mi fe, no me desampares, Amén”.
Su trágica pérdida pone de manifiesto la urgente necesidad de proporcionar mayor seguridad y apoyo a los miembros de las fuerzas del orden, quienes diariamente arriesgan sus vidas para proteger a la ciudadanía.
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