Mientras algunas naciones latinoamericanas lidian con la disminución en los envíos de dinero desde el extranjero, la República Dominicana mantiene un ritmo positivo que destaca en el panorama regional. En contraste, México ha registrado una baja en sus remesas, marcando su mayor caída en los últimos diez años.
De acuerdo con datos recientes, las transferencias de dinero enviadas a México desde el exterior, en su mayoría desde Estados Unidos, descendieron un 2.5% en los primeros cuatro meses de 2025. Este flujo totalizó 19,015 millones de dólares, en un contexto donde las nuevas políticas migratorias y comerciales han impactado significativamente a los trabajadores mexicanos en sectores clave de la economía estadounidense.
Solo en abril, las remesas hacia México se redujeron en un 12.1% anual, alcanzando los 4,761 millones de dólares, según cifras publicadas por el Banco de México (Banxico). Este resultado refleja el efecto combinado de medidas laborales más estrictas y el encarecimiento de productos debido a los recientes aranceles impulsados por el gobierno estadounidense.
Dominicana mantiene su crecimiento
Mientras tanto, la República Dominicana sigue mostrando señales de fortaleza. El Banco Central del país informó que entre enero y abril de este año, los ingresos por remesas alcanzaron 3,917.4 millones de dólares, lo que representa un incremento de 12.1% respecto al mismo período en 2024. Solo en abril, el país recibió 954.6 millones de dólares, un aumento del 11% interanual.
Este crecimiento se atribuye en gran parte a la estabilidad laboral de la diáspora dominicana, particularmente en sectores como servicios, construcción, salud y transporte, menos golpeados por los cambios económicos en Estados Unidos.
La modernización tecnológica también ha jugado un papel importante. Las plataformas digitales que facilitan el envío de dinero han permitido transferencias más rápidas y económicas, ampliando así el acceso a este tipo de recursos para muchas familias en el país caribeño.
Diferencias en América Latina: resiliencia frente a desafíos económicos
El desempeño de las remesas en América Latina en 2025 muestra un panorama diverso. Mientras economías más grandes como la mexicana sufren descensos, países con diásporas estratégicamente posicionadas y diversificadas, como la República Dominicana, presentan un crecimiento sostenido.
Expertos en migración y finanzas coinciden en que el perfil ocupacional de los dominicanos en el exterior ha sido clave. Trabajos estables en sectores menos volátiles han permitido que los flujos de dinero hacia sus hogares en el país no solo se mantengan, sino que sigan creciendo.
Dominicanos en el exterior: clave en el crecimiento de las remesas
En 2024, las remesas enviadas a la República Dominicana sumaron 10,756 millones de dólares, lo que representó aproximadamente el 8.6% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Este dinero tiene un impacto directo en la vida de millones de familias, mejorando el acceso a la educación, la salud y otros servicios básicos, además de fomentar pequeñas inversiones en negocios locales.
Según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las remesas han contribuido notablemente a la reducción de la pobreza en zonas tanto rurales como urbanas del país.
Sin embargo, este mismo informe advierte sobre la dependencia que puede generar una alta concentración de ingresos provenientes del extranjero, en un momento de incertidumbre política y económica en los principales países emisores de remesas.
Impacto de las remesas en la economía dominicana
Las remesas no solo benefician a nivel microeconómico a las familias receptoras; también fortalecen la economía nacional. Incrementan la demanda interna, estabilizan el consumo y permiten mayor circulación de dinero en regiones donde el acceso a otras fuentes de ingreso puede ser limitado.
Asimismo, muchos dominicanos utilizan estos recursos para invertir en pequeñas empresas o en mejoras habitacionales, fomentando el desarrollo de economías locales.
Riesgos futuros y perspectivas en el envío de remesas
El panorama a futuro no está exento de desafíos. El Banco Mundial anticipa que las remesas enviadas a América Latina podrían crecer apenas un 1.5% durante 2025, una cifra mucho menor al 7% registrado en 2023. Entre los factores que podrían afectar este crecimiento se encuentran el endurecimiento de las políticas migratorias, la posible desaceleración de la economía estadounidense y el fortalecimiento del dólar, que reduce el poder adquisitivo de los migrantes.
Otro tema que genera preocupación es la posible implementación de un nuevo impuesto del 3.5% a las remesas, incluido en un proyecto de ley aprobado recientemente por la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Aunque aún falta la aprobación en el Senado, esta medida podría encarecer los envíos de dinero y afectar los flujos hacia países como México y República Dominicana.
Frente a esta situación, legisladores mexicanos han viajado a Washington para dialogar con sus contrapartes estadounidenses, buscando evitar que esta propuesta entre en vigor. Se espera que continúen sus esfuerzos diplomáticos en las próximas semanas.
La República Dominicana, gracias a la resiliencia de su diáspora y a una sólida infraestructura financiera, ha logrado mantener el crecimiento de las remesas en un contexto global desafiante. Aunque el futuro plantea ciertos riesgos, el compromiso de los dominicanos en el exterior sigue siendo un pilar fundamental para el bienestar de miles de familias y el dinamismo económico del país.