La promulgación de la Ley 37-25 por parte del presidente Luis Abinader marca un antes y un después en el panorama energético de República Dominicana. Esta legislación, enfocada en el desarrollo del sector de hidrocarburos, permite que empresas extranjeras participen de manera más directa en la exploración petrolera dentro del territorio nacional.
Hasta hace poco, las normas que regulaban esta actividad se remontaban a la era de Trujillo, estableciendo fuertes limitaciones a la participación foránea. Bajo la nueva normativa, el país puede atraer socios internacionales dispuestos a invertir en la búsqueda de recursos energéticos, sin las restricciones legales del pasado.
Una oportunidad histórica para atraer inversión
El geólogo dominicano Osiris de León, en conversación con el periodista José Peguero, valoró positivamente este paso legal. Según explicó, países como Arabia Saudita, México, Qatar, Trinidad y Tobago, y Estados Unidos han mostrado interés en la exploración conjunta con el Estado dominicano.
“La República Dominicana se encuentra en el corazón de la cuenca del Caribe, rodeada por naciones que han encontrado petróleo. Eso nos da una ventaja geológica y estratégica que no podemos ignorar”, explicó De León.
¿Dónde están las principales zonas con potencial?
Los estudios geológicos apuntan a que existen varias cuencas sedimentarias en el país con potencial para albergar depósitos de hidrocarburos. Entre las más destacadas están:
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Cuenca de Azua
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Cuenca del Enriquillo
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Cibao Oriental y Occidental
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Cuenca de San Juan
Según estimaciones compartidas por la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) y la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa), el país podría contar con hasta 543 millones de barriles de petróleo en reservas potenciales. De esta cantidad, aproximadamente 74 millones serían técnicamente recuperables, lo que representa un recurso energético significativo.
Las muestras de petróleo en Azua: un indicio prometedor
Durante una visita a la zona de Maleno, en Azua, se tomaron muestras de crudo que fueron analizadas por laboratorios nacionales. Estas muestras han despertado el interés de expertos como De León, quien sugiere que se recojan más datos georreferenciados para enviar a países con experiencia en la industria petrolera.
“Sería una forma de invitar formalmente a naciones productoras a participar junto al Estado dominicano en nuevos proyectos de exploración”, señaló el geólogo.
¿Es compatible el petróleo con el turismo?
Una preocupación común es el posible impacto de la exploración energética en la industria turística. Sin embargo, ejemplos como México y Florida demuestran que ambas actividades pueden coexistir sin inconvenientes.
Cancún y Miami, dos de los destinos turísticos más visitados de América, operan cerca de zonas de extracción petrolera. “Lo importante es una buena planificación del uso del territorio, como si se tratara de las áreas de una casa: cada espacio tiene su función sin interferir con el otro”, expresó De León.
La clave: exploración geológica precisa y sostenida
Uno de los retos principales es realizar estudios geológicos profundos en las zonas con mayor potencial. Esto implica analizar el tipo de roca, su porosidad y las condiciones estructurales del subsuelo. Las áreas con fracturas naturales, conocidas como anticlinales, pueden facilitar la acumulación de hidrocarburos.
El Servicio Geológico Nacional, en conjunto con el Ministerio de Energía y Minas y la Dirección General de Minería, juega un papel fundamental en la elaboración de mapas detallados que orienten las futuras perforaciones.
Inversión extranjera con participación local
La ley establece que toda empresa extranjera que opere en el país deberá incluir al menos un 15 % de participación accionaria dominicana, garantizando así que el sector empresarial local también se beneficie.
Además, se contempla la posibilidad de establecer alianzas público-privadas, en las que el Estado aporte el subsuelo —reconocido como propiedad pública en la Constitución y la Ley Minera—, mientras que la empresa privada pone el capital, la tecnología y la experiencia operativa.
¿Bajarán los precios de los combustibles?
Una de las grandes expectativas es que, si se logra producir petróleo a nivel local, el costo de los combustibles pueda disminuir. Al eliminarse el gasto en importaciones y transporte, los beneficios podrían trasladarse al consumidor final.
“Si extraemos petróleo aquí, dejamos de pagarle a otro país por él. Nos ahorramos el flete marítimo y la ganancia del exportador. Eso debería reflejarse en el bolsillo de la gente”, afirmó De León.
El reto: sostener el proyecto ante las críticas
Históricamente, los gobiernos dominicanos han sido prudentes al invertir en exploración del subsuelo debido al alto costo y al riesgo de no encontrar resultados inmediatos. Según De León, de cada 10 proyectos exploratorios en el mundo, solo dos resultan exitosos.
Aun así, considera que este es el momento de actuar: “Tenemos que tener paciencia. Las grandes cuencas petroleras del mundo hicieron cientos de perforaciones antes de tener éxito. Debemos hacer lo mismo si queremos avanzar”.
Una visión integral del desarrollo
El descubrimiento de petróleo en territorio nacional no debería verse como una amenaza para otras industrias, sino como una oportunidad para diversificar la economía. Con una estrategia bien pensada, República Dominicana puede desarrollar sus recursos energéticos sin afectar el turismo, la agricultura ni la sostenibilidad.
La nueva ley, sumada a los hallazgos iniciales y al interés internacional, puede ser el inicio de una etapa histórica para el país. Ahora, el reto es ejecutar una política energética responsable, con visión a largo plazo y con la participación de todos los sectores.
