Los New York Knicks han roto una sequía de 25 años al clasificarse para las Finales de la Conferencia Este de la NBA. La victoria llegó de forma contundente: 119-81 sobre los Boston Celtics, en el sexto juego de la serie.
Con este triunfo, los Knicks cierran la serie 4-2 y marcan el mayor margen de victoria en playoffs en la historia de la franquicia.
La última vez que los Knicks llegaron tan lejos fue en el año 2000. Casualmente, en aquella ocasión también se enfrentaron a los Indiana Pacers.
El primer partido de esta nueva serie se jugará el próximo miércoles en el Madison Square Garden, ante una afición que ha esperado décadas por este momento.
El base Jalen Brunson fue clave una vez más. Terminó con 23 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, liderando una ofensiva que dominó de principio a fin.
A su lado brilló OG Anunoby, que también anotó 23 puntos y sumó 9 rebotes. Su energía defensiva fue vital para neutralizar el ataque de Boston.
Pero la hazaña de la noche fue de Josh Hart, quien firmó un triple-doble con 10 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias. Es apenas el tercer jugador en la historia de los Knicks en lograrlo en un juego de postemporada.
El entrenador Tom Thibodeau apostó por mantener a su quinteto titular la mayor parte del encuentro. La decisión dio frutos: los Knicks impusieron ritmo, defensa y agresividad desde el inicio.
Los Celtics nunca encontraron respuesta. Ni su público en el TD Garden pudo levantar un equipo completamente desbordado.
Este triunfo no solo significa una final de conferencia. También representa la primera vez desde 1999 que los Knicks ganan una serie de playoffs en casa, en el Madison Square Garden.
Miles de fanáticos celebraron como si se hubiera ganado el campeonato. Y no es para menos: los Knicks vuelven a estar entre los grandes.
Los Indiana Pacers serán el próximo obstáculo. Un rival con historia, que también llega con impulso y hambre de gloria.
Para los Knicks, esta serie será una oportunidad doble: Avanzar a las Finales de la NBA y revancha histórica ante un viejo rival.
Con una plantilla que combina juventud, experiencia y cohesión, el equipo neoyorquino tiene con qué soñar en grande.
La ciudad de Nueva York vuelve a tener razones para creer. El equipo ha evolucionado, ha sufrido y finalmente ha respondido.
Con el liderazgo de sus figuras, el respaldo de su afición y el impulso de esta victoria histórica, los Knicks están listos para escribir el próximo capítulo de su renacimiento.